Más que un simple viaje, un crucero vikingo se trata de enriquecimiento personal. Los itinerarios se crean para ayudar a los huéspedes a explorar e involucrarse con el destino, a través de la gastronomía, la cultura, las costumbres.
Antes del viaje, la empresa proporciona materiales para que el huésped planifique sus días, indica películas que despiertan el deseo de viajar y recomienda lecturas que informan y aclaran.
Las actividades a bordo están programadas para el viajero que busca enriquecimiento y renovación. En lugar de casinos y toboganes, conferencias de primer nivel sobre historia y arte, catas de vinos tradicionales de los destinos, menús de restaurantes inspirados en la cocina local y otras oportunidades para compartir la cultura de la región.
En tierra, es posible acompañar al chef del barco en una visita a un mercado local, ver entre bastidores una famosa compañía de teatro, visitar una fábrica de chocolates o automóviles, apreciar colecciones privadas y bóvedas ocultas de los principales museos.
Los viajeros con ideas afines disfrutan de los barcos diseñados para ofrecer una intimidad cómoda y fomentar amistades duraderas. Viking ayuda a sus huéspedes a sentirse más conectados, con sus nuevos amigos y con el mundo.